Guillermo
regresa a su pueblo después de diez años, marchó a la ciudad en busca de una
vida mejor, a las pocas días comenzó a trabajar en una obra, aunque él siempre
estuvo al frente de un almacén de
semillas y piensos, conocía el oficio de albañil, en infinidad de ocasiones, en las que Gerardo, su cuñado, estaba
desbordado de trabajo en su pequeño negocio de albañilería y fontanería,
Guillermo le ayudaba, llegando a ser su segunda ocupación,. En unos meses se situó, alquiló
un piso y dejó la habitación en la pensión donde vivía, así era más independiente.
Hizo amistad con algunos compañeros de la obra, salía con ellos los fines de semana,
comenzó a intimar con Sara, hermana de uno de sus amigos, era una chica, muy
sencilla y bonita, al conocerse, la atracción nació entre los dos, por lo que
en poco tiempo se eran pareja, ella era peluquera, trabajaba en un salón de
renombre en la ciudad.
En tan solo
un año, a Guillermo le sonreía la vida, él y Sara decidieron casarse, aunque no
tenían prisa, pues eran jóvenes, él tenía veinticinco años y ella veintidós, al
estar el solo en la ciudad, fijaron la boda seis meses después. Las dos familias,
aunque apenas se conocían, se sentían felices al ver a la pareja tan ilusionada,
Guillermo lo había pasado muy mal años atrás, allí en el pueblo, mantuvo una relación tormentosa con una chica de
fuera, que pasaba temporadas en casa de sus abuelos, él se enamoró locamente ,pero
para ella tan solo fue un pasatiempos ,un día dejó de viajar al pueblo, los abuelos decían que se había marchado a estudiar lejos, nunca
se despidió de él, desapareció sin mas, por lo que el muchacho se lo pensaba
mucho antes de tratar a una chica.
Adquirieron un pequeño piso, poco a poco lo acondicionaban su gusto. Se aproximaba el día, todo debía
estar perfecto, Sara eligió un vestido precioso, parecía una muñeca con el,
esperaba ansiosa unirse para siempre al hombre de sus sueños. Casi sin darse
cuenta en unas horas se convertirían en marido y mujer, eran inmensamente felices, lo
tenían todo a punto, el banquete se celebraría en un restaurante en el campo,
sería una celebración intima, la familia más cercana y algunos amigos. A los
pocos meses de la boda, Sara perdió su empleo,
decidieron cerrar la peluquería,
Guillermo le sugirió quedarse con ella, a Sara sentí un poco de temor ese proyecto
demasiado era grande para ella, después
de meditarlo, le pareció buena idea, ser propietaria de la peluquería, siempre
lo soñó, pero nunca imaginó que ese sueño sería real algún día, con gran esfuerzo,
costearon el traspaso, ahora a trabajar duro, pues había que mantener a la
clientela.
Entre los
dos consiguieron una buena vida, a pesar de que les ilusionaba la idea de ser padres,
los dos sabían que por el momento no podía ser, así pasaron siete años. Sara
comenzó a sentirse mal, tenía todos los síntomas de estar embarazada.
Visitaron al ginecólogo ,después de explorarla, lamentablemente no era así, le
diagnosticaron una grave enfermedad, que la iría dejando vegetativa ,desgraciadamente,
su proceso era muy rápido, en pocos se
vio obligada a deshacerse de la peluquería, le era imposible pasar
tantas horas de pie, además sus manos no respondían como debían, Guillermo
decidió que con el traspaso del negocio de Sara, él podría establecerse por su cuenta,
era un buen albañil, desde un tiempo le ofrecían pequeñas faenas de particulares era conocido en el
oficio ,sabía que no le faltaría el trabajo,
así también estaría más libre para ocuparse de Sara, su esposa necesitaba cada día más de sus atenciones, Guillermo, desesperado, no sabía qué hacer, buscó a una
persona que le ayudará, a él le sobraba el trabajo, su negocio funcionaba muy bien,
quería dar a su esposa los mejores cuidados, a pesar de ser un hombre fuerte,
cayó en una depresión, ver a aquella mujer que era tan bella que se convertía
en una sombra de sí misma, ahora que lo habían conseguido todo, una vivienda preciosa,
un negocio prospero, habían disfrutado unos años muy buenos, viajando, divirtiéndose,
también trabajando mucho y todo se desmoronaba, cambiaba los logros por lo
que era más importante para él, su amada Sara, él sabía que se acercaba el
momento de la marcha de ella. Los ingresos en el hospital era más frecuentes, en el último pocas esperanzas
le dieron, pero él necesitaba saberla feliz, ella también sentía que llegaba el
fin.
A Sara
apenas le quedaban fuerzas, seguía
siendo hermosa, aunque era una rosa marchita, tomó la mano de esposo, sentado
junto a la cama, se despedía de él, le rogó a su esposo que cuando ella ya no estuviera ,buscará
una buena mujer que le diera los hijos que ella no pudo, él era joven, tenía
una vida por delante, merecía ser feliz,
más de lo que fue con ella si eso era posible, no quería que la llorara, eso no
la haría regresar, debía seguir adelante, ella siempre le guiaría, Guillermo no
podía contener las lágrimas, ante la
entereza de ella, lo acarició y le regalo su última sonrisa. Por la mañana,
cuando la enfermera que se ocupaba de ella fue a hacerle la higiene, se alarmó
al ver su respirar muy suave, avisó a Guillermo, al entrar él, la besó en la frente,
ella murió dulcemente, su vida se desmoronó, acababa de perder su razón de vivir,
sin ella nada merecía la pena, aquel bello sueño, ahora
era una pesadilla. En unos instantes
llegó la familia de Sara, abrazaban a Guillermo, era un hombre derrotado, hundido,
en esa desesperación le pareció escuchar la voz de Sara que le decía 'vive por mí,
se feliz', Guillermo creía que ya había enloquecido,
que haría sin ella.
Unas semanas
después, en soledad, intentaba ordenar sus ideas, pensar que hacer, no podía
seguir en esa casa con tantos recuerdos, pero allí estaba la esencia de Sara,
se sentía confuso, solo quería llorar, dormir, esperando al despertar verla allí,
frente a él sonriendo. Eran muchas
noches en vela, le era imposible conciliar el sueño, descuidaba el negocio, su aspecto, todo, pero hoy el
agotamiento le venció, y quedó dormido en el sofá, soñó con Sara, ella le decía que
regresara a su pueblo, allí encontraría su camino, despertó sobresaltado, no
sabía si era solo un sueño o Sara estuvo allí. Decidió seguir las palabras de
Sara o de su subconsciente, vender la casa, trasladar su negocio al lugar donde
estaban sus raíces y continuar con su
vida.
A su llegada
le esperaban sus padres, aunque no pensaba quedarse mucho tiempo con ellos, en
unos meses, todo le marchaba de nuevo
como antes, pero le faltaba lo más importante para él, su gran amor, Sara. Al
año de instalarse en su localidad natal debía buscar secretaría, su hermana ocupaba ese puesto
mientras preparaba su boda, en cuanto contrajo matrimonio, dejó el empleo. Esta
tarde tenía una entrevista con una chica aspirante al empleo, a la hora
prevista entró en su oficina una mujer, de su edad, morena y bastante atractiva,
conversaron cerca de media hora, su currículo era perfecto, perdió el trabajo unas semanas antes, su jefe la acosaba, como
ella no accedía a sus peticiones la despidió con un motivo absurdo, al ver su
oferta y decidió presentarse, ahí estaba su secretaría y la mujer que con el tiempo
llenaría su corazón.
En la vida todo sucede por un motivo.
Magda Jardí
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