Es un frío día de
Enero, como cada mañana, Clara camina hacia el trabajo, la noche ha sido gélida, la sensación de
humedad le provoca tiriteras , a pesar de vestir su abrigo azul de paño, las
botas de piel, que le regaló su madre una Navidad , los guantes y la bufanda que con tanto cariño
le tejió su tía Elvira, a la que no ve desde hace mucho tiempo, pero hablan por
teléfono de vez en cuando, para Clara es como su hermana mayor, la diferencia de
edad entre ellas no es mucha, no sabe el por qué ella y su madre dejaron de
hablarse, tan solo recuerda que cuando su padre dejó a su madre tras una agria
discusión, la relación entre Elvira y Nuria, que eran inseparables, acabó,
Clara, sutilmente preguntó a su madre,
pero Nuria cambiaba de tema, con Elvira no tuvo más suerte, sonreía
encogiéndose de hombros, al poco tiempo su tía, se trasladó a otra ciudad,
prometiendo a Clara visitarla, cuando la muchacha se independizó, Elvira estuvo
con ella, esa fue la última vez que se vieron han pasado seis años, Elvira por
trabajo viaja mucho, le resulta difícil disponer de tiempo libre, aunque,puntualmente no
pierde en contacto con su sobrina.
Desde unas semanas, Clara se siente algo inquieta,
durante su trayecto al trabajo, ha notado la presencia de un hombre al que
nunca había visto, camina a cierta distancia,
pero a ella le parece que la sigue, al llegar a su destino, el hombre permanece
parado durante un breve tiempo, quizás sea casualidad simplemente, pero ya han
pasado muchos días desde la primera vez que lo vio, allí tras ella. Clara se
encararía a él, pero antes debe comprobar que está en lo cierto, mañana
cambiará la ruta. Clara entra en la oficina donde trabaja, Alex, el conserje le
sonríe, es un hombre encantador, en varias ocasiones han salido a tomar una
copa, acostumbran a desayunar juntos en una cafetería cercana , Clara se
pregunta el por qué son solo amigos,
cuando existe entre ellos más afinidad que entre muchas parejas. Hoy decide comentar a Alex del misterioso hombre, él le propone ir
a recogerla a su casa todos los días, Clara, prefiere esperar como actúa el
tipo al cambiar el camino, mañana lo comprobará, Alex, con discreción observa
cada movimiento de Clara, sueña confesarle sus sentimientos, pero teme ser
rechazado, piensa que es demasiado bella e inteligente, no puede esperar que
Clara lo vea como algo más que un amigo, piensa que cualquier día se alejará de
él, se enamorará de otro, si supiera que Clara espera que ese hombre sea él,
Alex le propone cenar juntos, hoy inauguran un restaurante cerca del puerto,
ella acepta, le encanta la compañía de Alex, al acabar la jornada, Alex
recuerda a Clara que a las ocho la recogerá, ella asiente y camina coqueta
hacia la salida, Alex la contempla embelesado, suspira pensado en esta noche.
A la hora
acordada, Alex espera a Clara frente a su casa, ella baja a toda prisa,
repentinamente detiene su paso, en su semblante aparece la preocupación,
discretamente, le comenta a Alex, que el hombre misterioso está allí, la
intención de Alex es ir hacia él, pero Clara se lo impide, el muchacho le pide
precaución, quien sabe que pretende ese
tipo, Clara entra en el coche de Alex, se dirigen al restaurante, Alex se ha
propuesto que esta noche sea especial, si fuera capaz de decirle cuanto le hace
sentir, que su mundo es ella, puede que algún día encuentre el valor de abrir
su corazón. Pasan una velada tranquila, Alex piensa lo hermosa que es y lo
guapa que está esta noche, con ese vestido azul resplandece como una estrella,
su estrella como él la llama cuando la piensa, entre risas y conversaciones
cenan, toman postre y una copa de champagne invitación de la casa, a ella le
entregan una rosa azul como su vestido y
a él una botellita de brandy, detalle por la apertura del local, se levantan y
salen a la calle, la noche es fría, Clara se acerca a Alex, él
,instintivamente, pasa su brazo por los hombros de Clara, tratando de darle su
calor, ella le mira sonriendo y se acurruca, Alex, viendo el rostro de ella
cerca del suyo, sin pensarlo intenta besarla, pero cuando sus labios están a
milímetros, ella levanta la cara, ha visto
al hombre misterioso casi frente
a ellos, medio oculto entre unos árboles, Clara, asustada, abraza a Alex, es
más que evidente, ese tipo la vigila y apenas se esconde, ¿qué buscará?, se
preguntan los dos, Alex cree que es el momento de averiguarlo, sin pensarlo, va
hacia el hombre, lo sorprende por la espalda, al darse la vuelta, se encuentra
Alex, mirándolo furioso, el hombre con prudencia le saluda, Clara, temerosa se
acerca, en el semblante del hombre al
verla se refleja alegría, ruega a Alex, buscar algún lugar tranquilo donde
poder explicarse, eso es lo que quiere Alex, una aclaración de aquello que
parece de película de detectives. Los tres caminan despacio, sin hablar, a pocos metros hay un bar aún abierto, buscan un rincón
discreto, Clara y Alex, se sientan frente a Pablo, este comienza diciendo a
Clara lo bonita que es, cuanto le recuerda a Nuria, su madre, Clara lo mira
sorprendida, Pablo pide disculpas, pues debe empezar desde el principio.
Pablo, conoció a Nuria, la madre de Clara hace
veinticinco años, casi los que ella tiene, Nuria pasaba un mal momento con su
esposo, se habían planteado separarse, al parecer Nuria sospechaba que había
otra mujer, ella sabía quién era, tan solo le dijo que se llamaba Elvira, Clara
no podía creerlo, su tía y su padre engañando a su madre, Pablo y Nuria,
comenzaron a verse, el marido de Nuria
estaba de viaje y posiblemente Elvira lo acompañara. Pablo se enamoró de
aquella, en apariencia, dulce mujer, durante dos semanas se vieron a diario, los primeros días
tan solo paseaban y tomaban un café por la tarde, pero la pasión de el por ella
quizás la soledad y el rencor que sentía ella, parecía , les unían cada vez
más, a los pocos días, se encontraban en una pequeña pensión en la que se amaban, soñando en pasar el
resto de su vida de ese modo, incluso Nuria
se planteó acabar con su matrimonio ,o eso le decía a Pablo, allí
engendraron a Clara, aunque él lo desconoció hasta pasados muchos años, el esposo de Nuria
regresó, esta le sugirió que lo mejor era acabar con aquella historia, ella
seguía amando a su marido, las palabras de ella fueron que durante el viaje
había reflexionado e intentarían que su relación siguiera adelante, Pablo
intentó que Nuria meditara aquello, si algo está roto no hay arreglo, le rogó
que se quedara junto a él, le daría la mejor vida que pudiera imaginar, pero
Nuria se alejó sin despedirse, él intentó contactar con ella, pero le resultó imposible, nunca olvidó aquella mujer, tomo
aliento unos segundos y continuó, un día, muchos años después recibió una llamada telefónica, era una mujer
cuyo nombre era Elvira, le propuso encontrarse, pues debía saber algo importante
para él, el nombre le resultaba conocido, aceptó verla, era la hermana de
Nuria, muy parecida a ella, quedaron en un parque, sentados en un banco conoció
la existencia de Clara, entonces era una mujercita de veinte años, Elvira le mostró fotos, era
el vivo retrato de Nuria, Pablo preguntó a Elvira el por qué no se lo había
dado a conocer hasta entonces, Elvira simplemente respondió que era el momento
de las verdades, Nuria, al regresar su esposo dispuesto a separarse de
ella para comenzar una vida con Elvira,
está le anunció su embarazo, así lo retenía a su lado, el acabó con Elvira,
para él un hijo era muy importante, pero
con los años Elvira averiguó la mentira
de Nuria, que lo único que consiguió fue amargar la vida de su esposo y
destrozar a Elvira, ella siempre amó a su cuñado, en venganza, lo hizo público
, Nuria se quedó sola, como ella estuvo tantos años, Elvira dejó la ciudad , el
padre de Clara en pocos meses se reunió con ella, Pablo buscó a Clara tardó un
tiempo en encontrarla, Elvira no le reveló donde se encontraba, quizás no de la
mejor de las maneras, pero no sabía cómo llegar a ella, Clara no podía creer
aquella historia, pero sabía que era cierta, pues partes del relato las había
vivido, ahora llegaban respuestas que ella pedía y todos callaban, solo le
dolía que su padre, el que la había criado, la hubiera borrado de su vida y su
tía callar que estaba en contacto con
él, sin más explicación, sabiendo lo que Clara sufrió, adoraba a su padre.
Clara se levantó, necesitaba abrazar a Pablo, después de
tantos días temiéndole, tenía frente a ella a un hombre encantador, con una
sonrisa mágica, aunque en su mirada se notaba una pizca de melancolía, Alex,
observaba en silencio, era hermoso verlos, padre e hija mantuvieron una larga
conversación, al acabar, Pablo se dirigió a Alex, en los días que había buscado
la manera de llegar a Clara, también lo observó a él, sabia de sus sentimientos
por ella, el animó a lanzarse , Alex asintió, el camino estaba abierto. Sin
decir una palabra Alex enlazó entre sus brazos a Clara, fundiéndose en un
apasionado beso ante la mirada complacida de Pablo.
Pablo permaneció unos días en casa de Clara, querida
despedirse de Nuria y así pasar página, Clara y Alex acompañaron a Pablo.
Frente a una sorprendida Nuria Clara,
habló la primera, sabia toda la historia, no era quien para juzgar a su madre,
pero había causado mucho dolor, no se puede obligar a nadie a compartir una
vida y mucho menos cuando existe otra persona que se ama de verdad, dejó solos a Nuria y
Pablo, ella lo miraba indiferente, simplemente fue un desahogo de mujer
frustrada, Pablo no fue capaz de hablarle, simplemente le dijo adiós esa ya no
era la mujer de la que se enamoró . Los tres dejaron la casa de Nuria, está, de
repente vio su pasado ante ella, su mentira la había llevado a perder todo.
Pablo debía regresar a su ciudad, pero mantendría el
contacto con Clara, Pablo era un hombre
bien situado, muy trabajador, algo que Clara había heredado de él, se
despidieron hasta pronto, Clara y Alex lo miraban mientras se alejaba, una vida
comenzaba en ese instante para los dos.
Magda Jardí
©Derechos reservados
me gusto mucho el relato,una historia que incluye , misterio, secretos , amor y pasión, todos los ingredientes para que te atrape en ella. Muy bella en verdad. te felicito. Yo feliz de poder leerla, gracias por compartirla . Abrazos.
ResponderEliminarGracias Rocio Ortiz, encantada de tu visita y comentario, abrazos
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