Amor a distancia

Silvia y Juan,se conocieron en una página de Internet,ella española,él ,uruguayo.Conversaban a diario,cada vez se sentían mas cercanos,de aquella amistad florecieron sentimientos,era una locura entrar al ordenador,esperar la llegada el uno del otro,así durante muchos meses,sus palabras de cariño,pasaron a otras mas profundas,embriagadas de pasión,era como vivir un sueño,ese amor a distancia Silvia era una cuarentona de buena presencia,alegre y jovial,separada y con ganas de recomenzar Juan,rozaba los cincuenta,atractivo y con mucha facilidad de palabra,bien situado allí en su tierra.Juan le propuso a Silvia,que viajara a Uruguay,allí podrían comenzar una vida en común,le dijo que lo pensará con calma pues no era una decisión sencilla.Silvia le dio su respuesta a los pocos días,iría hacia allí por un tiempo,probarían a ver si salia bien,siempre con la opción de regresar a España.Juan se sentió el hombre mas feliz. Dos semanas después,la mujer tomó el avión que la conduciría a la tierra de su amado,a la hora prevista,aterrizó en Montevideo,ansiosa por tener frente a ella a Juan,por fin abrazarse,como tanto habían deseado.
Desembarcó del avión,pero no vio a Juan por ningún lugar,se estremeció.pensado en un posible engaño,había viajado al otro lado del mundo,tan solo por una burla,ahora que haría..no conocía a nadie,no tenía donde ir,por un momento sintió el mundo temblar bajo sus pies.Desesperada comenzó a llorar,Juan no contestaba al teféfono,estaba claro que tan solo había sido un juego perverso para el.Salió del aeropuerto,caminó hacía la calle,buscaría un lugar donde descansar y al día siguiente pensaría el modo de regresar a España.se prometio no volver a entrar en un ordenador,desolada y asustada,no sabía hacia donde ir,se encaminó a la parada de los taxis,cuando una mano,le tocó el hombro,susurrandole,su nombre,era Juan,su amor lejano,tuvo problemas para llegar a tiempo al aeropuerto,con los nervios,ni escucho sus llamadas teléfonicas,por fin estaban juntos. La tomó entre sus brazos,mirándose a los ojos, se besaron apasionadamente,comenzaban a vivir aquel bello sueño tan deseado
 Magda Jardí
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