domingo, 20 de septiembre de 2015
Mi cielo
Una nueva etapa en la vida de Maica comienza, su pequeña acaba de nacer, mil sensaciones recorren su ser al contemplarla, es tan menuda y hermosa, la llamará Cielo, como le decía a ella Raúl el padre de la niña y su gran amor .
Maica y Raúl tonteaban en la juventud, comenzaron una relación que con el tiempo pensaban formalizar, pero Maica repentinamente comenzó notarlo distante a pesar de que él lo negaba, ella pensaba que había otra mujer, recientemente Sagrario frecuentaba su grupo de amigos, entablando una buena amistad con ambos aunque más con él, los celos ahogaban a Maica, para ella todo coincidía, apareció Sagrario y todo cambio entre ellos. Una tarde Maica convenció a Raúl de dar un paseo por la playa, le apetecía pasar un rato tranquilo con él, Maica necesitaba sentirlo como siempre, hicieron el amor, se dejaron llevar como en tantas ocasiones pero con más pasión que nunca, tras darse un baño desnudos en una discreta cala Raúl la acompañó a casa, la besó en los labios y se despidió de ella diciéndole que no se verían más, sin darle a Maica la oportunidad de preguntar subió al coche Maica quedó atónita viéndolo partir. Desde ese día desapareció nadie sabia de él, no respondía a sus llamadas, Raúl vivía en otro barrio bastante alejado al de ella no era fácil encontrarse, ella desconocía la dirección de su familia tampoco podía presentarse allí, posiblemente ni les hubiera hablado de ella, convencida de que era a causa de Sagrario intentó contactar con ella, la mujer, al parecer frecuentaba otros lugares y pasaba tiempo sin acercarse donde se reunía el grupo de Maica, una tarde que Maica tomaba café con sus amigos llegó Sagrario, Maica la abordó, Sagrario no podía responder a sus preguntas, cierto que eran buenos amigos pero no tenía noticias de él, al acusarla Maica de romper su relación Sagrario la miró sorprendida, todos sabia que era lesbiana y tenia pareja en otra ciudad por eso cada tanto no se dejaba ver por allí.
Unos meses después Maica aun dolida y sin asimilar lo sucedido ,Víctor, un compañero de trabajo, enamorado de ella desde que la conoció le confesó sus sentimientos hacia ella, Maica aceptó salir con él ,a los seis meses contraen matrimonio. Su vida juntos era apacible, Víctor la adoraba todo le parecía poco para ella que era una buena esposa pero su relación era de tres, a pesar de sus esfuerzos, Víctor no lograba que Maica olvidara a Raúl tras de cinco años de vida en común deciden separarse amistosamente, ambos pensaban que lo mejor era dejarlo ahora con buenos recuerdos, cada uno retomaría su vida, Víctor regresó a su piso de soltero, su intuición le aconsejó esperar un tiempo a deshacerse de él, en cuanto fuera posible, se vendería el que fue su hogar.
La vida de Maica era tranquila a pesar de no amar a Víctor reconocía haber feliz a su modo junto a él pero eso no era suficiente para compartir una vida, deseaba que Víctor pronto encontrara a una mujer que le diera lo que ella no fue capaz, poco a poco iba organizando sus días en soledad, aunque Víctor trabajara en el mismo lugar que ella apenas se veían , pertenecían a distintos departamentos, antes él se las ingeniaba para acercarse a ella ahora optó por evitar encuentros por lo menos hasta que las heridas cicatrizaran un poco,a pesar de quedar como amigos a él no le resultó fácil dejarla marchar, necesitaba un tiempo para canalizar la situación intentando que el dolor fuera más llevadero, nunca dejaría de amarla.
Un atardecer Maica paseaba su melancolía frente al mar, cuando una voz de hombre la nombró, sus ojos humedecidos le impedían ver con claridad quien era, él fue hacia ella con paso rápido, era Eusebio un viejo amigo, se saludaron cordialmente con un efusivo abrazo, buscaron una terraza donde sentarse y tomar café mientras charlaban , Maica le preguntó por Raúl, Eusebio sabia poco de él, a todos sorprendió su ruptura, Raúl vivía alejado, se dedicaba a su negocio, era joyero, también aceptaba trabajos para marcas comerciales, su única compañía era un perrito al que paseaba cada tarde por una plaza cercana a su casa, Laura, la esposa de Eusebio era prima de Raúl, aunque no mantenían contacto, lo vio algunas tardes en dicha plaza, la primera vez lo reconoció con dificultad, era la sombra de aquel hombre que ellos conocían, Maica necesitaba acercarse a él aunque fuera solo una vez era única manera de poder pasar página y seguir con su vida.
Durante la semana Maica dedicó mucho tiempo a reflexionar, recordando su relación con Raúl algo en su interior le decía que él necesita ayuda, no lo pensó más el viernes fue hasta a la plaza donde lo habían visto, no tenia nada que perder, allí está sentado en un banco vigilando a su perro, Maica silenciosa lo observó, es cierto que estaba distinto pero para ella seguía siendo el hombre atractivo del que se enamoró y aun amaba, despacio caminó hacia él, Raúl al verla intentó no sonreír pero le resultó imposible, su mirada se iluminó aunque fingió sentirse molesto, parecía cansado, ella necesitaba saber tanto y él eludía las preguntas, casi anochecía y Raúl le pidió que se marchara y no regresara con la voz entrecortada, Maica no tenia intención de dejarlo hasta que le diera un motivo lógico, Raúl cedió la invitó a acompañarlo a su casa, una vez allí le tendría respuestas, caminaban uno junto al otro, él la miraba dulcemente, llegaron a la casa , un acogedor pisito, Raúl preparó café, sentados uno frente al otro , con los ojos bañados de lágrimas se disculpó acabar con su relación sin explicaciones pero le resultaba imposible hacerlo de otro modo, unos días antes del repentino adiós a Raúl le diagnosticaron una grave enfermedad , ella recordaba que él le mencionó que no se sentía bien y esperaba el resultado de unos exámenes médicos, el mundo se hundió para él, por eso decidió que lo más adecuado era marcharse y que ella siguiera con su vida, ambos lloraban , Maica se abrazó a él ahora nadie le impediría quedarse a su lado, Raúl le explicó los detalles de esa enfermedad su tiempo era limitado, mientras permanecía estable su vida podía ser prácticamente normal pero las recaídas eran duras, Maica deseaba compartir con él aunque fueran unos meses el amor entre ellos seguía vivo, ella lo cuidaría hasta el final lo haría feliz.
Durante dos semanas Maica todos los días acudía a casa de Raúl, le ayudaba en todo momento del día e incluso de la noche, un día a su llegada Raúl estaba mal, apenas conseguía moverse, necesitaba hospitalización, ella lo acompañó, para el personal del hospital era solo una amiga, a ella sola se negaban a informarla, era alguien secundario al lado de sus padres, que la aceptaron con todo cariño, tras este incidente Raúl decidió pedirle matrimonio, ella aceptó sin pensarlo a pesar de saber que vida con él será breve, los médicos citaron a la familia, después del ultimo ingreso, viendo los exámenes realizados posiblemente a Raúl le quedaba un año de vida, la enfermedad se iba descontrolado les esperaban más temporadas malas que buenas, se lo ocultaron a Raúl, era preferible que disfrutara tranquilo aquel tiempo. En cuanto fuera dado de alta y él se sintiera con fuerzas, fijarían la fecha de la boda, en pocos días ya eran marido y mujer.
Maica disfrazaba su pena , su vida con Raúl era lo mejor que jamás le pasó, verlo feliz borraba su pesar, despertar pensado si ese seria el último día. El tiempo pasaba rápido, dos años ya , para los doctores es un caso poco corriente, en el punto de su enfermedad no soelian superar los doce meses, el amor de Maica era su razón para arañar vida,paseaban frente al mar recordando otros tiempos, cuando hacían el amor en la playa, alguna noche salían a cenar, se amaban con toda la pasión de dos almas enamoradas que no desean alejarse. Todo parecía ir bien cuando una mañana Maica amaneció indispuesta, no le dio importancia Raúl la necesitaba, el deterioro era preocupante, contactó con su doctor este le aconsejó hospitalizarlo posiblemente el fin se acercaba , a los pocos días del ingreso era evidente que el desenlace podia producirse en cualquier momento, Maica, después de sufrir algunos mareos visitó a su médico, no era nada grave, está embarazada, siente una mezcla de emociones, alegría por que le daría un hijo a Raúl, el fruto de ese amor tan hermoso, tristeza por que él no estaría para verlo crecer, el llanto la vence, antes de regresar junto a Raúl necesitaba dar un paseo él no podía verla rota de dolor, pero tampoco quería dejarlo solo más tiempo de lo necesario a pesar de que su madre lo acompañaba no se perdonaría que Raúl falleciera y ella no estuviera a su lado así que regresó al hospital, se lavó la cara y se maquilló un poco antes de entrar a la habitación, intentaba sonreír, dudaba si darle la noticia , su suegra le informó que pasó el doctor, no había mucho que esperar quizás le quedaran unas horas, Maica sentada junto a él, con voz muy suave le dijo que tenia una sorpresa para él, serian papás, Raúl apretó la mano de su esposa la llamó 'mi cielo, como solía hacer, agradeciéndole tanta felicidad, en su rostro el agotamiento era evidente, tanto luchar y sufrir sabiendo que era en vano , de nuevo lo visitó el doctor, les esperaba una noche larga, a las horas cogido de la mano de Maica Raúl murió tranquilo.
El tiempo pasaba , Maica intentaba organizar su vida en soledad esperando la llegada de su bebé, en pocas semanas lo abrazaría , otra batalla que librar pero con la seguridad que saldría adelante,sería padre y madre aunque no sentía ningún miedo. Maica visitó a sus suegros, salia de cuentas al día siguiente pero comenzó a sentirse mal, rompió aguas en ese momento, ellos la acompañaron al hospital, como prometieron a Raúl nunca la dejarían sola, Raúl seguiría viviendo en ese pequeño ser que estaba a punto de nacer.
Magda Jardí
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