Se dice que todo sucede por algo, las personas se encuentran para bien o
para mal , el que persevera logra convertir en realidad sus sueños.
Lucas cansado de su rutinario trabajo de transportista, todo el día
sentando en una furgoneta de aquí para allá, entregando paquetes sin apenas
tiempo para él, su jornada comenzaba a las seis de la mañana pero no tenía hora
de regreso a casa, si surgía un reparto urgente, incluso en fin de semana salía
a la carretera, algo bastante habitual, el tiempo pasaba veloz y su vida
también. A los dieciocho años intentaba compaginar sus estudios, la relación
con Ester, una compañera de clase, el negocio familiar de reparto
puerta a puerta, por las mañanas acudía al instituto, las tardes las pasaba en
la furgoneta, dedicaba las noches a los estudios, le faltaban horas para
disfrutar de su juventud, así hasta los veinte años, Ester se alejó de
él, aquello no iba a ningún lugar, solo se veían en el instituto, la muchacha
conoció a otro chico , entonces él decidió dejar los estudios, pero al poco
tiempo, su padre enfermó, quedando al frente del negocio, el trabajo no les
faltaba, quizás demasiado para solo un hombre, por lo que consultó con su padre
y contrató a un chofer que le ayudará, Lucas trabajaría en turno de mañana y
las tardes serían para el otro conductor, pero el trabajo era tanto que ambos
pasaban el día en la carretera, al llegar a casa, caía rendido en la cama, así
un día tras otro.
Dos años después su padre falleció, el quedó como propietario del negocio,
necesitaba más ayuda, su madre no estaba cualificada para hacerse cargo de la
oficina, cuando su padre creó la empresa, simplemente era tomar nota de las
llamadas y atender visitas, las cuentas las llevaba el buen hombre y Lucas
revisadas en una asesoría, decidió contratar una secretaria que se ocupara de
la administración, además tenía en mente ampliar la flota de vehículos,
adquirir un camión pequeño , contratar más personal, con su esfuerzo, había
convertido el negocio de su padre en una importante empresa de transportes, el
lunes comenzaban a trabajar los nuevos empleados, su madre se ocupó de las
entrevistas, tenía buena intuición para las personas.
El lunes a las seis de la mañana se presentaban a Lucas, Juan, Miguel y
Alberto, junto a Cesar, el otro chofer formaban la plantilla al completo,
Carmen, la secretaria, empezaría a las ocho, Lucas esperaba llegar antes de que
ella se marchara y conocerla. Eran las cinco y cuarenta y cinco minutos, cuando
Lucas dejaba la furgoneta, apresurado entró en el despacho, allí estaba Carmen,
una mujer que aparentaba unos cincuenta años, como María, su madre, de esbelta
figura, cabello oscuro, al ver a Lucas le saludó cordial, comenzaron a
charlar, era una mujer muy agradable, esperaba que como trabajadora fuera
igual, en ese momento llamaron a la puerta, una joven que buscaba a Carmen, esta
los presentó, se llamaba Paz, su ahijada, Carmen no tuvo hijos, enviudó muy
joven, dedicó su vida a trabajar, Paz era la hija de su hermana, mantenía con
ella una relación casi madre e hija, ambas eran muy parecidas. A Lucas, Paz le
pareció un encanto de mujer, su sonrisa era cautivadora, se acercó
a buscar a su tía a la salida del trabajo, hoy era el cumpleaños de Carmen, las
dos saldrían a cenar, era doble celebración, el nuevo empleo y su
aniversario, Paz saludó a Lucas, el, la miró complacido y se despidió
de las dos, pensó que era improbable verla nuevamente había perdido la ilusión
por conocer a una mujer con la que compartir aunque fueran solo momentos, ese
negocio no le permitía otra cosa que trabajar y más al ampliarlo, cuanto
más trabajo menos tiempo para él, pero ya lo tenía asumido, a pesar de que su
madre le aconsejaba tomarse su tiempo, salir, ver a sus amigos, con los que tan
solo mantenía contacto telefónico, ella intentaba que reflexionara, era joven
tenía una vida por delante, el negocio iba bien, ella estaba allí y podía
solucionar cualquier contratiempo, durante muchos años ayudó a su padre, ella
trataba los temas de oficina. Lucas estaba hecho a la idea de trabajar sin
descanso, lo que conocía desde siempre, debía cumplir la promesa a su padre de
hacer de ese pequeño negocio una gran empresa, aunque no pensaba que su padre
no estaría de acuerdo en que dejara de lado su vida, así se lo dijo su madre,
la buena mujer no podía ver a su hijo siempre triste y tan solo, abrazó a
Lucas entre lágrimas, no era justo que viviera así.
Habían pasado seis meses, un sábado flojo de trabajo, Lucas se acercó
a un centro comercial de la ciudad a realizar unas compras, necesitaba ropa,
además Carmen le sugirió uniformar a los chóferes, daba sensación de
más seriedad, aprovecharía para buscar los trajes de trabajo, se paró frente a
al escaparate de una perfumería, estar bien sorprender a su madre con un bonito
detalle, cuando una dulce voz le nombró, era Paz, la sobrina de Carmen, al
volverse, sus miradas quedaron fijas durante unos segundos, Lucas
la saludó sonriente, le era grato ver de nuevo aquella bella
mujer, sintió el impulso de invitarla a tomar algo y no lo pensó dos veces, por
primera vez, después de mucho tiempo, olvidó las obligaciones y se tomó un
respiro, le apetecía tanto compartir unos momentos con ella, entraron en un
local junto a la perfumería, la charla era tan amena, que el tiempo pasó sin
que se dieran cuenta, pues era ya la hora de almorzar, Lucas propuso a Paz
almorzar allí con él, ella aceptó encantada, pasaría unas horas en
compañía de aquella mujer tan especial.
Paz vivía sola, era profesora en una escuela de primaria, algunas tardes en
semana, daba clases de dibujo en la escuela de arte,. Se casó con
veinte años con un hombre diez años mayor que ella y se divorció a los cuatro
meses, de eso habían pasado dos años, quedó marcada por esa relación, su ex
esposo era un hombre violento y posesivo, por lo que ella, viendo que aquello
posiblemente tendría mal final, decidió acabar con su matrimonio, ese hombre la
había engañado, no estaba dispuesta a ser un objeto para él, desde entonces,
optó por su libertad , aunque no se cerró a enamorase , al día que conoció a
Lucas, intuyó que era muy parecido a ella, cuanto más le hablaba su tía de él,
más lo pensaba, hoy había comprobado que era así, aunque quizás aquello no
volviera a repetirse, quien podía saberlo…
Después de almorzar, Paz ayudó a Lucas a escoger un detalle para su madre,
la acompañó a su casa, ella le invitó a tomar café, allí pasaron una tarde como
Lucas no recordaba, riendo, charlando, se dieron los teléfonos, Lucas quería
verla pronto, pero intentaba que no se notara su impaciencia, ella sentía lo
mismo. Lucas dejó a Paz, de camino a su casa no dejaba de pensar en aquella mujer
tan transparente, sencilla y hermosa, aunque no podía esperar que a ella le
interesara un tipo aburrido y solitario como el, al llegar, le entregó a
su madre el regalo, la hizo feliz, pero más al verlo a él tan alegre,
relató a la mujer el día que había compartido con Paz, guardó silencio, en sus
adentros se dijo que ojala esa muchacha cambiara su vida.
Aún no había pasado una semana y Lucas se organizó de manera para tener el
sábado libre, pensaba llamar a Paz por si no tuviera planes y le apeteciera
almorzar con él, el viernes así lo hizo, ella aceptó. Sus encuentros se
hicieron habituales, Paz soñaba con enamorar a Lucas, el recelaba, le parecía
imposible, algo tenía que salir mal, no podía ser real. Paz necesitaba saber si
aquella historia llegaría a buen puerto o lo mejor era acabar, por lo que
decidió sorprender a Lucas, aprovechando que el siguiente fin de semana era
largo, con la complicidad de Carmen, que arregló los viajes de cada chofer de
manera que Lucas disfrutara de los tres días, aunque a él no le pareció bien,
pensaba que antes eran sus trabajadores que él, pero como había poco trabajo,
se los tomó encantado, más cuando Paz le propuso pasarlos en un lugar muy
especial, había reservado habitación en una casita rural, el campo le encantaba
a Lucas.
Viajaron a una localidad en el interior de la provincia de Gerona, un
hotel precioso en mitad de la naturaleza, a pesar de ser el mes de Mayo, las
noches eran bastante frescas, durante el día visitaron el hermoso paraje, al
atardecer regresaron al hotel, aquello era tan tranquilo, Paz pidió les
subieran la cena a la habitación, nada especial, una vichyssoise, unas
costillitas de cabrito a la plancha, champagne y unas fresas con nata, después
de tomar el menú, Lucas se dejó llevar por sus sentimientos, llevaban cerca de
dos meses viéndose, deseaba a aquella mujer, compartieron una copa de champagne
, entre sorbos se besaban, hasta que el, con mucho tacto, comenzó desvestirla,
apasionados hicieron el amor, no dejaron la habitación hasta el domingo a
mediodía que debían regresar a Barcelona. Durante el viaje de vuelta, Lucas
parecía ensimismado, Paz le pregunto qué sucedía, si se sentía mal o era por
ella, algo que dijo o hizo, el, la miró con ternura, negando todo con un gesto,
al llegar frente a su portal, la tomó de la mano y muy serio le propuso ser su
esposa, sabía que era la mujer de su vida, la que esperó siempre, a pesar de
que tan solo se conocían de unos meses, el sentía que la conocía de siempre, no
esperaba la respuesta en ese momento, que se le pensara con calma, pero ella
aceptó, se sentía ya su esposa, decidieron guardar el secreto hasta tener fecha
de boda, intentarían que fuera dentro de ese mes, al día siguiente se
acercarían al juzgado.
A Lucas le era imposible ocultar su felicidad, su madre lo veía tan alegre,
incluso rejuvenecido, de repente regresó aquel muchacho simpático, dejando
atrás el hombre de semblante enfurruñado en que se había convertido, era como
si el sol comenzará a brillar en su vida.
En dos semanas Paz y Lucas unían sus vidas en una ceremonia íntima,
acompañados por la madre de él, Carmen la tía de Paz y unos amigos.
Algunos pensaron que era una locura, pero a veces es más certero seguir los
impulsos del corazón dejando de lado la razón,ellos dieron vida a su
locura por amor
Magda Jardí
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querida escribes tan hermoso que es como pasear entre nubes!
ResponderEliminarolvide mi nombre!!!! Hilda Breer
EliminarGracias querida Hilda por tan bello comentario,besos
Eliminar¡¡Hermosa historia, con lujo de detalles!! ¡¡Me encanto, te mando un beso inmenso!!
ResponderEliminarGracias mi querido Leonardo Damian , besos para ti
EliminarDisfruté la historia; me agrada tu estilo.
ResponderEliminarAbrazotes, amigaza
Beto Brom desde Israel
Gracias por tu visita y comentario querido Beto,besotes
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