Anais, acaba de finalizar su relación de varios años con Cristian,
comenzaron a tontear siendo muy jóvenes, eran casi dos niños, con el tiempo
sintieron que no se amaban como
para plantearse un futuro , comenzaron a
no sentirse cómodos, Cristian necesitaba más libertad, se sentía atado,
prefería pasar más tiempo con sus amigos que con su novia, poco a poco se
distanciaron totalmente, estaban juntos sin tener nada de qué hablar, sus
mundos ya eran distintos .Cristian era futbolista, juagaba en un equipo de segunda división, soñaba con
llegar lejos, Anais licenciada en literatura, daba clases en un instituto y en
sus ratos libres disfrutaba escribiendo, soñaba algún día ser conocida en el
mundo de las letras, conseguir publicar algún libro, desde unos meses hilvanaba
una novela, cuando estuviera lista,
pensaba presentarla a alguna editorial. Una tarde, después de una
conversación y de mutuo acuerdo decidieron separarse, con la promesa de seguir
siendo amigos, aunque no se vieron más.
Cristian, a los pocos días inició una historia con una modelo recién llegada al mundillo de la pasarela,
la conoció en un discoteca frecuentada por gente del espectáculo, la moda, el
deporte, de la que era habitual, en su tiempo libre igual que algunos compañeros del equipo,
Anais se volcó en su novela, salía alguna vez con sus amigas, pero su vida era
muy tranquila.
Al año, Anais, leía en una revista el compromiso
de Cristian con la cotizada modelo Rocío Iglesias, sus planes de boda en pocos meses,
las lágrimas rodaron en el rostro de Anais, durante este tiempo no se acordó de él,
pero al ver su foto con aquella mujer, desfilaron por su
mente tantos momentos compartidos con él, le parecía tan distinto ,superficial,
no tenía que ver con el hombre que la había
enamorado años atrás, dejó la revista y salió a tomar el aire a la playa,
caminaba tranquila, intentó alejar de sus pensamientos aquello que le dañaba,Tras una hora de paseo ,
ya relajada, regresó a casa, necesitaba escribir, se acercaba el final de su novela.
Una compañera del instituto, le facilitó el teléfono de un
amigo editor, le habló de ella de su
proyecto literario que tenía todo para ser un éxito , Anais llamó al despacho de ese editor, respondió
su secretaría, citándola para el día siguiente a las cinco de la tarde.
Vestida de traje
pantalón azul camisa a rayas azules y rosas, discretamente maquillada
,acudió a su cita con Jesús, el joven editor, la atendió la secretaria, una mujer muy seria, a los pocos minutos, la hizo pasar al despacho de Jesús, era un hombre
cuya simpatía estaba escrita en el rostro, su mirada sonreía, pero al ver a Anais,
se le iluminó. Ofreció sentarse a la muchacha en un sillón, frente a una mesa
de cristal, se presentaron, dos horas después, seguían conversando animadamente,
Anais no reía con tantas ganas desde tanto tiempo, se sentía tan a gusto
con Jesús, no había conocido a un hombre tan agradable y correcto ,quizás,
desde aquel profesor suplente de matemáticas,
del curso pasado, con el que salió en un par de ocasiones, pero al finalizar el
tiempo de estancia en el instituto, regresó a su ciudad, perdiendo el contacto,
al acabar la reunión, Jesús guardó el borrador de la novela, la repasaría y la llamaría por teléfono. Invitó a Anais a cenar con él, quería conocer un poco más
a aquella mujer, bella, de cabello negro, cuya compañía le era tan grata, ella aceptó, Pasaron una velada muy divertida, Jesús, le propuso salir
el fin de semana, a cenar y a bailar o al cine, lo que ella escogiera, Anais ,aceptó
encantada, Jesús acompañó a Anais hasta su casa, era muy tarde para que fuera sola,
se despidieron con dulce beso en la mejilla, aunque ambos deseaban algo más ,llegó a casa, alegre como
no se sentía desde ya ni recordaba
cuando.
El viernes a las ocho Anais, ya preparada ,esperaba a Jesús,
se compró un vestido precioso para ese día,
a la hora prevista llamó al timbre, ella bajó radiante, era el primer día de
tantos que les esperaban juntos, comenzaron a salir habitualmente, a los seis meses se casaban ,un mes después, se
publicó su novela con gran éxito, que lejos quedaba aquel futbolista con aires
de grandeza, que buscaba la fama a cualquier precio, pero una lesión le apartó
de ese camino de lujo y estrellas, la vida es impredecible.
Magda Jardí
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