sábado, 22 de marzo de 2014
Mi ángel...
Lucia y Alejandro,compartían su vida desde hacía veinte años,siempre imaginaron envejecer juntos,ser una pareja de ancianos eternamente enamorados,pero el destino había planeado un futuro distinto...
Como cada mañana,Lucía prepara el café,Alendro se prepara para acudir a su trabajo de vigilante en un hotel,los dos,sentados en la cocina,conversan frente a una humente taza de café,Lucía,es coordinadora en la biblioteca del barrio,los dos salen juntos de casa,se besan dulcemente y se dicen hasta luego,cada uno toma su camino.
A mediodía,Lucia,frente al ordenador,escucha sirenas y griterío,algo ha sucedido cerca, una hora después,Cesar,el conserje,corre hacia ella,el hombre está muy alterado,un incendio por la zona,el cielo está gris de la humareda,el aire es denso,huele a quemado,Lucia escucha a su compañero,cuando suena el teléfono móvil de la mujer,en ese mismo instante aparece la secretaría de la biblioteca acompañada de una pareja de policías preguntando por Lucía,le comunican que el incendio es en el hotel donde trabaja Alejandro,la magnitud es tal que es prácticamente imposible que haya supervivientes,debe acudir al hospital,allí se han trasladado los heridos,Lucía,nerviosa deja el escritorio,camina junto a los policías sin decir nada,contiene el llanto,Cesar la abraza intentado tranquilizarla.Con paso apresurado,se dirige al hospital,pasa frente al hotel,el incendio sigue vivo,observa por si viera a su esposo,pero es imposible distinguir nada,retoma su camino,el hospital está situado dos calles mas abajo,en un momento llega,hay centenares de personas esperando noticias,da el nombre de Alejandro por si estuviera en la lista de los identificados,por el momento no aparece,le dicen que en unos momentos,saldrá un doctor con mas información,Lucia,desesperada en la sala de espera,no soporta la incertidumbre,ante ella,pasa gente llorando,una mujer se desmaya,le comunican que su hijo,un joven botones,es uno de los fallecidos,Lucia no sabe que hacer,cuelgan las lista de nombres de los que han sobrevivido y donde serán ubicados y otra con las víctimas mortales,no aparece Alejandro,en ninguna el mundo se le viene encima,trata de hablar con algún portavoz del hospital, por el momento nadie sabe nada mas,hay que esperar a que el fuego esté totalmente extinguido,pero le dan pocas esperanzas.Lucia,abatida, deja el hospital,nuevamente llegará al hotel,donde siguen los bomberos,retirando escombros,busca al responsable de los bomberos,le aconsejan que se marche a casa,si Alejandro no está en las listas del hospital es que,desgraciadamente ha quedado calcinado,la llamarán por lo que sea,Lucía rota de dolor,llorando,el bombero le pregunta por alguien que pueda ir a por ella,no es conveniente que esté sola,pide que avisen a su hermana Mar,en unos momentos,llega abraza a su hermana,reprendiéndola por no llamarla antes,Lucía llora,no consigue articular una palabra,Mar,la llevará con ella a su casa,hasta que se aclare todo,se quedará allí.
Dos días después,le comunican que dan por fallecido a Alejandro,no ha quedado nada de el,Lucia sufre un desvanecimiento,su vida quedó hecha cenizas en aquel incendio,Mar,la ayudará a preparar una despedida a Alejandro.
Pasa el tiempo,Lucia debe seguir adelante sola,no asimila el final de Alejandro,se pregunta mil veces a diario por que,no le ha quedado nada de el,solo los dulces recuerdos de su vida junto a el,Lucía es una sombra de si misma,su sonrisa se ha borrado,en su mirada se apagó la luz,solo el llanto y el dolor la acompañan.Esta tarde,sale a pasear,le apetece caminar por la playa,necesita sentir la brisa del mar,viste vaqueros,camiseta blanca y unas deportivas rosas,la última vez que estuvo allí fue con Alejandro,le viene a la mente una imagen de los dos,de la mano,un largo beso abrazados frente al mar,le es imposible no romper a llorar,sus pasos se dirigen hacia el agua,con la mirada nublada no ve nada,solo piensa que acabar con ese dolor,reunirse con Alejandro...pero algo le impide seguir avanzado,de repente unos brazos la rodean,escucha la voz de un hombre que la retorna a la realidad,es Mario,la ha parado en su intento de suicidio,llorando le da las gracias y le pide disculpas,el la abraza con mucha ternura,la invita a tomar un café y que le explique que ha pasado para esa locura que estaba a punto de hacer,ella,avergonzada,primero lo rechaza,pero en los ojos de ese hombre hay algo que le inspira confianza y le transmite paz,finalmente,acepta la invitación,caminan,uno junto al otro en silencio,hasta un pequeña cafetería,Lucía,al entrar,busca los servicios,necesita lavarse la cara,a su regreso ve a Mario,sentado en una mesa,con dos cafés y unas pastitas de chocolate,el le sonríe,tan solo le dice por que...Lucía,no se daba cuenta,pero necesitaba aligerar ese pesar,comenzó su relato,Mario,escuchaba en silencio,ante el tenía a una mujer muy bella y derrotada,su vida en un segundo se había quedado vacía,al acabar,miró a Mario,que la observaba,el trato de hacerle ver,que debía seguir luchando,Alejandro seguía con ella, si el había aparecido en ese momento,era por algún motivo,quizás el tenía que ayudarla,ella sonrió,siguieron charlando durante una hora,Lucía se sentía mejor,era hora de regresar a casa,Mario acompañó a Lucía,le pidió su número de teléfono,no quería perder el contacto con ella,a Lucía le pareció bien,se sentía segura con el.era como su ángel de la guarda,así lo llamaría...
Lucía y Mario se veían de vez en cuando,así durante unos meses,para Lucía,esos encuentros eran la mejor medicina,al principio,salían a pasear,con el tiempo,quedaban a almorzar,Lucía recuperó la sonrisa y la lozanía de su rostro,Mario se enamoró de ella,en el mismo instante que impidió el intento de suicidio,la vio tan frágil como una muñeca,un año después,en el mismo lugar donde el la encontró,se besaron apasionadamente,allí donde ella trató de poner fin a su vida,comenzaba a vivir de nuevo...
Magda Jardí
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