jueves, 11 de septiembre de 2014

Eres mi sueño hecho realidad.


La tormenta despertó a Pablo, adormilado caminó por el pasillo, el resplandor de los rayos iluminaba el comedor, de repente le pareció escuchar un grito no muy lejos, quizás en el piso contiguo, pero era muy extraño, allí no vivía nadie desde que se marchó Estela, unos  tres meses, pensó que era solo su imaginación, por lo que olvidó aquello. Eran las cinco de la mañana, entró en la cocina, se preparó un chocolate caliente, aunque era muy temprano para un domingo, se había  despejado totalmente, sentado frente a su taza, despacio, fue tomando su chocolate, llamaron al timbre, quien podría ser , no eran horas para que nadie fuera de visita, se encaminó a la puerta, observó a través de la mirilla, sorprendido vio a Estela, abrió la puerta, la mujer se veía nerviosa, saludó a Pablo con un beso en la mejilla y le pidió permiso para entrar en su casa, Pablo se hizo a un lado, dejando libre la entrada.

Pablo preguntó a la mujer cuando había regresado, se sentía feliz de ver a su amiga, aunque un tanto extrañado. Estela suspiró angustiada, llegó esa misma noche, no fue premeditado, recogió sus pertenencias,  subió al coche y se dirigió hacia allí, en mitad del camino, le sorprendió la tormenta, paró en un área de descanso, pues no se veía nada, era casi imposible circular, en cuanto escampó un poco retomó el viaje, al llegar al edificio, sintió como si alguien la siguiera, no se atrevió a tomar el ascensor, así que subió los dos pisos caminando, casi corriendo, cuanto más aceleraba, con más fuerza se escuchaban los pasos, en el rellano, con un trueno, se fue la luz, algo la golpeo suavemente, ella gritó asustada, era el grito que Pablo creyó escuchar, de nuevo se iluminó todo, había un hombre junto a ella, la miró, movió la cabeza a modo de saludo y regresó a las escaleras, al quedar a oscuras, el hombre se despistó y siguió tras ella, sin pensarlo ,al ella dejar de caminar ,él ,no sabía dónde estaba, intentó avanzar y fue cuando la golpeo accidentalmente, ese hombre le dio mala sensación, era un vecino recién llegado, vivía en el tercer piso, un hombre un tanto peculiar.

Una vez medio aclarado lo sucedido, Pablo, abrazó a Estela, su gran amiga, su amor secreto, la invitó a una taza de chocolate, uno frente al otro, en la mesa azul de la cocina ,que compraron juntos, como añoraba los momentos compartidos con ella...Pablo comenzó a interrogar a Estela, quería saber el motivo de su regreso repentino.
Estela, era profesora de arte en una escuela de la ciudad, además de exponer obras de su autoría, cinco meses atrás le ofrecieron la oportunidad de participar en una investigación de unas pinturas antiguas halladas entre los restos de una vieja casa, por lo que, solicitó un permiso en su trabajo y trasladándose a la capital, situada a cincuenta kilómetros de su localidad, allí comenzó a frecuentar a otros artistas, entabló  muy buena amistad con Gerardo, intimaron, él le propuso vivir juntos, pero al conócelo mejor, Estela perdió la confianza en él, no era el hombre amable y sincero que parecía ,simplemente fingía para acercarse a ella, cuando ella entró en su mundo, donde todo era oscuro, nada tenía que ver con lo que él  contaba de su vida, era todo una farsa, lo único real era su nombre y su profesión, al parecer, tenía familia en otra ciudad, aunque no se lo ocultó, ella lo descubrió al presentarse su esposa al domicilio que compartía con Estela, por lo que sin pensarlo, preparó su equipaje y abandonó aquella locura, jamás tenía que haber aceptado aquél proyecto, por el camino, antes de que comenzará la tormenta, contacto con el jefe del proyecto, al que avisó de que no seguía adelante, regresaba a su ciudad, esa era la historia de su frustrada aventura, tomó la mano de Pablo, nunca debía dejar su vida para lanzarse a lo desconocido, ese mundillo de artistas le quedaba grande.


 El tiempo alejada de Pablo, la ayudó a ver que aquello no era una simple amistad como ella creía, era algo profundo, sentimientos verdaderos, era amor...se miraron a los ojos, Pablo sonrió, no sabía cuál sería la reacción de Estela si él le abría su corazón, pero ella, se le acercó ,abrazándose  a su cuello, buscó sus labios, besándolo dulcemente, Pablo la enlazó por la cintura, susurrando eres mi sueño hecho realidad, besándose apasionadamente, los dos se amaban, pero se ocultaban tras su amistad,  en la vida, todo sucede cuando lo decide el destino.
Magda Jardí
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